¿Sabes
realmente quién eres? ¿Reconoces tus virtudes y capacidades? ¿Eres capaz de
enumerar al menos 10 cosas maravillosas que te definen?
Os voy a
contar un secreto: Si supieras realmente quién eres y vivieras plenamente desde
tu corazón, no necesitarías nunca un psicólogo, ni cabría el sufrimiento en tu
vida.
Cada día, me
siento en mi despacho y tengo frente a mí un paciente que desconoce lo
extraordinario que es, que no ve su grandeza, que no ve que realmente es un ser
único, con grandes capacidades y virtudes digno de amar y ser amado, que al no
poder re-conocerse sufre.
Tras 15 años
pasando consulta de psicología y ya más de 16000 días vividos, puedo sentenciar
que me he encontrado con muy pocas personas que realmente saben quienes son y
lo que valen. Son muchos años ya, que me encuentro acompañando a personas que
se han desconectado de su esencia y como consecuencia de ello se han perdido y
han perdido el sentido de sus vidas.
Pues bien, el
100% de los pacientes de Psicología tienen en común una causa: SE HAN
DESCONECTADO DE SU ESENCIA, de sus sentimientos o bien de su intuición, ese
sexto sentido que todos tenemos y que sólo unos pocos damos uso.
El motivo que
trae un paciente a consulta es lo que varía de una persona a otra, pero suele
haber dos causas principales que lo engloban casi todo:
1º NO SÉ
QUIÉN SOY NI LO EXTRA-ORDINARIO QUE SOY
2º NO ME
QUIERO LO SUFICIENTE
Estas son las
causas principales de casi todas las etiquetas que los magníficos manuales, se empeñan
en definir: Depresión, ansiedad, obsesión, miedo, etc.
Y ahí estoy yo
viendo la grandeza del ser humano que se sienta enfrente, grandeza y grandísimo
potencial, que sólo veo yo, porque si ellos vieran quienes son, no necesitarían
venir a consulta.
Normalmente,
las circunstancias externas les hacen creerse muy pequeñ@s o casi
insignificante y eso les genera un gran sufrimiento. Otras veces, es el pasado,
es la memoria de un recuerdo de un tiempo mejor, lo que nos entristece. La
mente idealiza lo que no tiene, idealiza los recuerdos y los reconstruye, nos
aferramos a nuestra memoria de lo vivido o bien, a nuestra necesidad de
controlar lo que va a pasar en el futuro incierto, para evitar un sufrimiento,
que realmente creamos antes de que suceda. Cuando nos aferramos al pasado, nos
invade la tristeza y nos arrasa, cuando nos aferramos a intentar controlar lo
que vamos a vivir en el futuro, nos invade la ansiedad. En cualquiera de los
dos casos, nos perdemos el presente y nos falta la vida.
Así que hoy te
invito a vivir, sólo con lo que tengas delante, sin memoria ni proyectos,
centrándote en todo lo que hagas hoy, dando lo mejor de ti sólo a quienes
tienes alrededor, que es tu realidad de hoy y por último, a descubrir-te, a
escuchar-te y atender-te, porque tú eres el prota de tu vida y no se te puede
olvidar.
Además, si
descubrieras el maravilloso ser que eres y todo lo que eres capaz de hacer, te
convertirías en la persona más feliz del universo, creo que merece la alegría intentarlo ¿No?
Feliz día