miércoles, 25 de marzo de 2020

AUTO-OBSERVACIÓN




Queridos amigos y compañeros de camino, hoy os comparto una de las grandes joyas de los terapeutas y en realidad de cada gran profesional que se precie, cualquier especialidad que esté en contacto con personas, centra su éxito en la OBSERVACIÓN.
Por qué la observación es tan importante, pues muy sencillo, la observación y registro de cada comportamiento humano, aporta información al observador, en comercio les sirve para vender más al cliente, en psicología, nos sirve para valorar la importancia de las palabras y las consecuencias. Los profesionales de la salud, estamos entrenados para observar, de forma que podamos ayudar o acelerar el proceso de salud durante el tiempo que la persona solicita nuestra atención. Estamos entrenados especialmente, para descubrir lo oculto, detrás de las palabras.
Por qué os cuento todo esto, bueno, mi intención es contaros nuestro secreto, por qué un profesional de la psicología puede ayudar a otra persona a evolucionar mejor o más rápidamente en el paso de cualquier proceso personal: “porque os observamos minuciosamente, sin descartar cualquier conducta y porque os escuchamos con los cinco sentidos”, los psicólogos os podemos ayudar porque: Os observamos, Os escuchamos, Os atendemos y Estamos entrenados para detectar lo que hay detrás de lo que decís.
Ahora, en este confinamiento, os invito a Auto-observaros, como modo específico de escucharos y atenderos, evidentemente, con esto no podéis sustituir la actividad de los profesionales, eso requiere más tiempo, pero sí podéis mejorar sustancialmente la vida diaria, en vuestro personal camino, hacia la felicidad, sin exigencias ni prisas, claro, la felicidad o la calma no son metas rápidas de alcanzar, pero sí profundamente recomendables para la vida.
 Ahora, no podemos decir que no tenemos tiempo, de modo que os invito a AUTO-OBSERVAROS, con esta observación diaria, iréis viendo aquellas cosas de vuestra vida que os entristecen, os generan miedo, preocupación, estrés o ansiedad, os desaniman, os bajan la vibración o bien os rompen el alma, para poderlas diferenciar claramente de aquellas que os resultan agradables, aquellas palabras o situaciones que os animan, todo aquello que suba vuestra vibración, o bien os alegra el alma, según la corriente desde la que queráis acceder, me da igual como lo denomines.
Evidentemente, en la vida en general y especialmente en este momento, será BIEN-VENIDO a nuestra vida todo lo que me anime, me haga sonreír, me aporte paz o cualquier forma que despierte el amor en mi. En esta ocasión, no estoy hablando de amor romántico ni de pareja, que fácilmente hace despertar una sensación agradable cuando el amor es correspondido. En este momento, me refiero a AMOR, hacia la vida, hacia mi persona, hacia otra persona o ser vivo, como sentimiento o como energía, no como emoción pasajera, sino como forma de enfrentarnos a la vida y a los problemas, o situaciones difíciles como este confinamiento. Si observamos las situaciones con calma y le añadimos amor, será todo más fácil y agradable.
Si nos observamos, seremos capaces de descubrir lo que despierta en mi la exposición, a tanta información como nos llega por las redes sociales y los telediarios. Podemos estar riéndonos de un chiste, cuando de repente, ponemos las noticias… ¿Y? ¿qué pasa? Estás en casa cocinando, haciendo manualidades, jugando con los peques de la casa y de repente, te llega información por las redes del número de fallecidos… ¿Qué pasa? Pues la “realidad exterma”, me impide seguir disfrutando de “mi realidad interna”, es por eso que todos los profesionales de la salud mental, recomendamos que nos dosifiquemos el “tiempo de exposición” a la información sobre este “bichito de luz” como yo, personalmente llamo al bichito que nos tiene confinados. ¿por qué le cambio el nombre? Porque te sacó una sonrisa o al menos te sorprendió, ¿no? Si no fue así de forma inmediata, al menos, no despertó miedo ni tristeza en ti, ¿Verdad?
Pequeños trucos, el nombre oficial del bichito que nos tiene encerrados, ya cuenta con unas connotaciones graves, tristes, que nos llevan a un estado de ánimo que se aleja de nuestra felicidad, se acerca al “Estado de Alerta” que se nos ha impuesto, pero también se acerca al necesario estado de alerta que los seres humanos necesitamos para sobre-vivir. Si bien es necesario, estar alertas, tomar las medidas, ser conscientes de la situación, aunque la realidad, seguramente nunca alcancemos a verla completa, es necesario saber dónde vivimos y por qué suceden las cosas, para poder sobre-vivir a cualquier situación que ponga en riesgo nuestra vida. Pero no podemos vivir en alerta continua, eso produce un desgaste físico y emocional, que nos impedirá estar realmente alerta, cuando sea necesario. Nos generará ansiedad, nos aportará estrés y nos alejará de la felicidad, que realmente podemos alcanzar, en cualquier situación que la vida nos depare.
Así, que cuando descubras aquello que te haga sonreír, te suba el ánimo o la vibración, o bien te alegre el alma, según tus creencias o filosofía de vida, sencillamente, practícalo mucho, reduce al mínimo tu exposición a la “realidad” externa a las paredes de tu casa, que ahora son tu “realidad interna” y practica la observación hacia ti mismo y los que te rodean, serás más feliz, descubrirás muchas cosas de ti y los tuyos, pero sobre todo, te aportará un acercamiento a la felicidad, porque estarás viviendo en “tu realidad…interna”, lo que la vida ahora mismo nos trae: nuestro hogar y sus integrantes.
Hagamos de este estado excepcional, la norma y aprendamos a disfrutarlo cada día más y mejor
Te acompaño… otro ratito
Un abrazo

2 comentarios:

  1. Me encanta! Es súper importante convertirnos en espectadores de nuestra propia vida. Como si estuviéramos en el cine viendo una peli y tú estás justo sentado entre el proyector (tu mente) y la pantalla (tu vida). Siempre intentamos cambiar lo que hay en la pantalla dirigiéndonos hacia ella, identificandonos con lo que nos refleja, creyendo que ahí es desde donde podemos cambiar esos aspectos de nuestra vida con los que no estamos cómodos. Sin embargo, olvidamos que es una mera proyección y como verdaderamente podemos cambiar esos aspectos es girándonos hacia el proyector y modificar la cinta que previamente le hemos "dicho" que proyectara. Sólo ahí podemos encontrar las respuestas, sólo girándonos hacia nosotros mismos, mirándonos, abrazandonos y aceptandonos podemos conocer quién somos realmente y vivir en armonía con ello.

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