martes, 12 de mayo de 2020

El LIBRE ALBEDRÍO, nuestro mejor tesoro


El LIBRE ALBEDRÍO, nuestro mejor tesoro
                Todos nacemos con un maravilloso tesoro: NUESTRO LIBRE ALBEDRÍO, que consiste en nuestra capacidad de elegir nuestra vida. Algunos pensaréis que no lo tenéis y os equivocáis, siempre y digo siempre, estamos eligiendo y podemos elegir. Otros creeréis estar haciendo uso del Libre albedrío y también os estaréis equivocando, porque esa elección será el fruto de una carga que traes aunque no lo sepas.
¿CÓMO SABER SI HAGO BUEN USO DE MI LIBRE ALBEDRÍO? Es sencillo: SI MI DECISIÓN ME HACE FELIZ, ESTARÉ ACERTANDO, ESTARÉ EN MI CAMINO, si mi decisión me hace infeliz, no es libertad, estás respondiendo desde tus programas, creencias o cargas.
Voy a insistir en esta idea: A CADA PASO ESTAMOS ELIGIENDO, debemos ser muy conscientes. Porque hasta la decisión aparentemente más insignificante de ir por la izquierda o por la derecha, es una elección, permanecer es una elección, salir, es una elección, no elegir o no hacer, también es una elección.
A veces, no somos conscientes de nuestra absoluta libertad de elegir y elegimos “no elegir”.  Sin darnos cuenta que “no jugar” en el juego de la vida, también es una elección, tomada desde mi libertad absoluta y desde mi libre albedrío, desde mi conciencia o inconciencia, porque ser conscientes también es una elección.
ESE PRECIADO DON DE LIBRE ELECCIÓN LO VAMOS REGALANDO O MAL-GASTANDO, a lo largo de la vida si no somos fieles a nosotros mismos, si nos dejamos llevar por la mente y no le hacemos caso al corazón.
Siempre se habla de la fidelidad hacia el otro, pero la más importante, es la FIDELIDAD HACIA MÍ, que sólo podré tener, cuando me ame, cuando viva desde el corazón y le escuche a cada paso, porque el corazón es el enlace hacia nuestra parte divina, espiritual o álmica, como desees llamarlo y sólo el Ser conoce mi mejor camino, MI MEJOR ELECCIÓN.
La inseguridad o la duda, el estrés o las prisas, las presiones o las faltas de respeto y también mi ego o mi falta de humildad, hacen que cada día regalemos nuestro tesoro, sin darnos cuenta, porque estaremos permitiendo que el exterior o mis creencias, me desconecten de lo que soy en realidad. Estaré regalando mi vida al azar y lo peor, estaré retrasando eso que está esperándome en mi camino, porque hasta que no conecte con mi corazón, no podré realmente hacer las elecciones más acertadas para mí, estaré haciendo un MAL USO DE MI LIBRE ALBEDRÍO, aunque eso también lo respeto profundamente, porque quizá no es tu momento o no estás preparado para ello o te quedan cosas por aprender de esas elecciones.
Normalmente esto sucede, por falta de amor hacia mí mismo. Porque suena bonito, eso de “lo hice por amor o por ti” pero si mi decisión me daña, no es amor, es justo lo contrario.
EL LIBRE ALBEDRÍO ES UNA CONCESIÓN PERSONAL, CONCEDIDA A UNA VIDA, PORQUE CADA VIDA ESTÁ ASIGNADA A UNA PERSONA, esa concesión la tengo yo individualmente como ser humano y la tienes tú siempre, lo sepas o no, hagas uso de él o no y bajo ninguna excusa, ni método, puede ser usado por una persona ajena a mí. Eso incurriría en un grave acto de interferir en el libre albedrío de otra persona y eso amigos, es una acción que daña al ser que lo padece y al ser que lo realiza. Aunque no nos demos cuenta, la vida es muy justa y a veces, interferir en el libre albedrío de otra persona, en su libertad de ser o hacer, se paga muy caro, no es ninguna broma, en las constelaciones se puede ver con claridad las cargas que ocasiona interferir en el libre albedrío de otro ser humano.
El mayor acto de amor y conciencia, es el respeto, RESPETO TU ELECCIÓN DE ENFERMAR O DE SANAR, DE CUIDARTE O NO HACERLO, aunque no me guste tu elección porque te prefiera sano o feliz, o te prefiera así o de la otra forma, porque eso estará respondiendo a mis programas, mis experiencias y mis conocimientos, no a los tuyos.
En Reiki, LA PRIMERA PREMISA ES QUE ANTES DE ACOMPAÑAR, APOYAR O AYUDAR, como lo queráis sentir, en el proceso de “auto-sanación o evolución” de una persona, DEBE SER SOLICITADO, porque incluso cuando queramos quitar un dolor o una carga a alguien que queremos, estaremos interfiriendo gravemente en su libre albedrío, puesto que la persona quizá, aún necesita seguir aprendiendo ahí donde está, con ese dolor o esa situación difícil.  Incluso, cuando tengo la buenísima intención de pretender evitarte el sufrimiento, estaré alterando tu libre albedrío, afectándote a ti y a mí, aunque no lo creas. Es como no dejar aprender a los niños, ¿A que no le haces los deberes a tu hijo o a tu sobrino? No, porque si se los haces, no le estás dejando aprender ¿verdad? Pues algo así, sería evitarle un sufrimiento a alguien sin su consentimiento.
Es un tema muy profundo, así que el próximo lunes tendréis una segunda parte sobre el Libre Albedrío
BUEN CAMINO AMIGOS
Un abrazo

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